El pasado sábado 5 tuvo lugar en Salamanca, en la Nave Bunker, uno de los conciertos más hereje y blasfemo que la ciudad podía acoger.
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| Imprudent Killer |
La noche empezó rápida y cañera con el trash metal de los maños «Imprudent Killer», el cuarteto descargó su música de forma veloz y sin casi darnos descanso. Con un corte clásico y trashero las guitarras lanzaban notas como si fueran dagas contra un publico que escuchaba y meneaba el cabezón con ganas. Y es que tanto Carmelo como Eduardo trabajaban muy bien las seis cuerdas, con punteos agudos y digitando por todo el mástil. A las cinco cuerdas Fran, con una velocidad de dedos no dejaba una sola cuerda sin golpear, sus notas más pesadas creaban el acompañamiento perfecto para las canciones lanzadas a mas de mil por hora. Además de tener un sonido muy caracteristico que le hacia destacar un poco por encima de sus hermanos. Atrás y sin para quieto, y eso que estaba sentado, Luis Alberto aporreaba las membranas de su batería de forma inmisericorde y ágil. Con un golpeo variable de ritmo creando una base de percusión muy chula. Para el final dejo la voz, aquí vuelve a aparecer el nombre de Carmelo, a pesar de estar un poco baja sus chillidos emparejaban a la perfección con el resto del sonido crenado un conjunto, como dije antes, de trash metal clásico, rápido y feroz, pero en especial rápido, vamos que lanzaban las canciones a toda hostia contra los charros.
FOTOS IMPRUDENT KILLER
El plato fuerte de la noche, sin desmerecer a ninguno de los dos grupos, fueron los americanos «Vital Remains» el death metal que hacían era de marcado carácter satánico y blasfemo, cada letra atacaba de forma directa o indirecta a todos los iconos religiosos más reconocidos. Todo ello con una musicalidad perfecta, dura y pesada, no apta para todo el mundo. Las guitarras de Lazaro, único miembro original que queda en la banda, creaban una base rítmica para que su compañero de cuerdas nos degollase con sus punteos largos y afilados cuchillos jamoneros. El bajo sonaba de forma aplastante y la voz que salía de su portador Gaeton, eran una apisonadora que aplastaba y dejaba los restos para la trituradora de carne que era la batería, aporreada con maestría para obligarnos a todos a movernos. Todo ello dirigido por el vocal principal, Brian quien no daba descanso a la religión ni un solo segundo, mostrando un odio visceral que salía desde su garganta de forma gutural y bestial. El conjunto era una maravilla sonora para disfrutar de la música y de las letras, en especial para los más herejes y paganos.
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| Vital Remains |
Creo que este concierto será recordado por todos los asistentes, ya que ambas bandas se mostraron muy cercanas además de saber animar y ganarse al publico asistente.
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