El miércoles
18 este grupo ucraniano dio, si no me equivoco, su primer concierto en
Salamanca en la Nave Bunker.
Durante poco
más de un hora, más o menos. Disfrutamos de su estilo garagero con
tintes de blues en algunas ocasiones.
Decir que no
fue ni el mejor día de la sala ni el mejor concierto que se ha dado allí. Me explico,
fue hace una semana y entre semana la gente de esta ciudad tiene la cabeza en
mil historias y desplazarse unos metros para ir a un concierto no está entre ellas
y el grupo al ver la poca cantidad de asistentes se les notaba fríos y, desde
mi punto de vista, con muchas ganas de acabar su directo. Pero dejemos las
penas atrás y vayamos a la música.
Las cuerdas de «Andrew Bear»
El cuarteto
destacaba con los tres de delante y sus cuerdas, con algunos momentos
guitarreros muy buenos regalados por el guitarra principal, punteos abajo y
sonidos que nos llevaban a entrar casi en trance, con uso de varios efectos, en
especial eco que daban una riqueza musical tremenda a cada tema. Siendo
el que daba el punto más blusero al grupo. Pasando al que quedaba a
su derecha tenemos al vocal y segunda guitarra. Sus cuerdas mantenía bien el
ritmo y la armonía general, con algunos momentos individuales, pero su trabajo
era más el de llevar cada canción de la mano hacia nuestros oídos. La voz tenía
un matiz tristón que da una personalidad muy marcada a la banda,
pero siendo capaz de cambiar con algunos temas para llevarnos hacia
las sensaciones que querían transmitirnos con cada corte. Personalmente me
quedo con ese toque triste y abatido. Para acabar con los que tocan
de pie queda, para mí el mejor, el bajista; en esta ocasión las cuatro cuerdas
sonaban de lujo y su púa rasgaba rápido al igual que su mano del mástil iba de
traste en traste. Puede que tuviera que llevar la parte grave de cada tema pero
lo hacía destacando, con líneas propias que encajaban con el resto del sonido
de sus compañeros.
El batería de «Andrew Bear»
Para el final dejo al de atrás, el batería sonaba bien y a
pesar de llevar una instalación muy simple, bombo, caja, un timbal, dos
platos y chaston , los matices que creaba no sonaban nada mal y servían
para dar una buena base al sonido general.
El grupo tenía
canciones muy potentes junto a otras más tranquilas, perfectas para disfrutar
del trabajo de sus componentes. En definitiva un concierto más que me dejó
con ganas de verles otra vez pero con ellos al 100%.
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