Festival «Farbidden Fest 2016»

El pasado sábado 19 en la ciudad de Salamanca y en la Sala Nave Bunker este festival tuvo su tercera edición.

Cinco grupos esperaban para descargar toda su brutalidad musical sobre el publico, bastante alto y participativo, ansioso de escuchar buen ruido.

Phármakon

Comenzaron los salmantinos «Phármakon» con un sonido metal muy particular y característico. A este grupo ya he podido oírlo en varias ocasiones pero esta vez sonaron mucho más contundentes y fuertes que antes. Demostrando una gran evolución musical y crecimiento. Las notas salían pesadas y fuertes de cada uno de sus integrantes, y la voz oscura y densa encajaba a la perfección con el ambiente creado por las cuerdas y las membranas. El trabajo de guitarras era acojonante lanzando acordes y punteos sin piedad con una gran rapidez y sin darnos descanso. El bajo sonaba por encima de todo y destacaba con unas líneas tremendas, además de contar con una sonido propio y una gran juego de digitación sobre cada cuerda. La batería aplastaba con su ritmo y su base para redondear el concierto de esta banda local.

FOTOS PHÁRMAKON

SoulOff

Le siguieron otros de la ciudad, la banda de trash metal «SoulOff» grupo joven y con muchas ganas. En su repertorio, en el que disfrutamos de sus propios temas como de dos covers, pudimos ver cosas interesantes, desde la rapidez de sus guitarras a la voz de corte clásico «chillón» del género. A destacar el batería, con una potencia de pegada tremenda, con solided y velocidad sin descanso. Grupo que atesora pocos bolos en directo pero que si siguen y van poco a poco mejorando crearán un buen sonido.

FOTOS SOULOFF

Pandemia

En tercer lugar atacaron «Pandemia», banda puramente trash metal, los de Cantabria dieron caña de la buena. Todas sus canciones iban a toda ostia, sin parar, escupidas de forma violenta y rabiosa. Con un juego de cuerdas tremendo y canciones cargadas de punteos agudos que se solapaban con los

golpes rítmicos del que estaba sentado atrás, en la batería, destrozando el bombo a base de bien. Acompañado de un bajo ruidoso y fuerte encargado de hacer una base para que sus hermanos de las seis pudieran dar toda la cera que quisieran. Una de las bandas, desde mi punto de vista, que destacó en el festival.

FOTOS PANDEMIA

Pasando el ecuador salieron a escena los guajes «Teksuo». Desplegaron todo su metalcore ante un publico entregadísimo que vitoreaba cada canción. Tengo que decir que este estilo no es uno de mis favoritos, pero ellos lo tacaban de forma limpia y clara, con potencia tanto de voz como musical. Con los cambios propios de calma a odio en la voz y en las notas, pero con caídas que hacían que el cabezón se moviese solo. Todo gracias a las notas que salían disparas desde las guitarras, con sus punteos largos y trabajados, de un bajo que no paraba quieto, y que aun estando en un segundo plano, rellenaba y apoyaba a su compañero a la batería que nos arrojaba su furia de forma sonora. Esta formación fue una de las que más triunfo en el festival, para mi decir que no estuvieron nada mal, pero ya soy muy viejo para el rollo «bipolar» de este estilo, eso de ahora te canto fuerte, ahora flojo, ahora fuerte... Antes sí pero ahora ya necesito caña de forma continua. Pero este comentario no quiere desmerecer su gran labor ni trabajo como músicos, seguro que alguien lo entiende por donde no es...

Teksuo

FOTOS TEKSUO

Sound of Silence

Para el final los metaleros «Sound of Silence», también de la patria asturiana. Este cuarteto subió al escenario a pasárselo bien y a divertirnos, lo consiguieron con creces. Con uno de los sonidos más fuertes de la noche, en cuanto a música y letras dieron un buen cierre de festival. Estrenando nueva formación nos deleitaron con guitarras agiles y de sonido constante que sonaban con un pequeño toque de pesadez, ojala hubieran sido más abrumadores les hubiera dado un toque distinto, pero el bajo iba alto y grave cayendo como piedras en una avalancha de odio que la batería se encargaba de redondear para crear la forma de destrucción perfecta.

FOTOS SOUND OF SILENCE

En definitiva un buen festival, con una organización muy buena y una asistencia de publico más que decente para ser Salamanca y eso seguro a que anima a que haya más ediciones. Mi enhorabuena a todos los que lo hicieron posible.