22/12/16

Concierto de «Basalto» + «Rotten Rights»

Hace una semana, más o menos, pudimos disfrutar en la Nave Bunker de Salamanca de lo que fue su último concierto del año. Diferentes géneros para cerrar por todo lo alto este año que acaba.


Basalto
De primer plato tuvimos a «Basalto», mis favoritos de la noche. Con una perfección musical tremenda, un stoner doom instrumental increíble. Los de Portugal sabían muy bien lo que hacían. Con una primera parte más de stoner clásico y desértico nos fueron llevando poco a poco hacia la oscuridad, con temas más pesados y largos, en los que una voz, de forma sutil y anecdótica nos entraba en el alma. En este power trio todo estaba muy medido, el batería zurdo Joao golpeaba sin miramientos, manteniendo el tempo cambiante, con un inicio más rápido y un final más calmado y pausado, con un golpeo seco con el que destrozaba nuestros cuellos. El encargado de las cinco cuerdas era Nuno, quien llevaba el ritmo con sus frases a la perfección, respetando varios momentos de silencio con otros de pura velocidad y así encajar con su compañero de las seis cuerdas, siendo él quien llevaba más peso con riffs abrumadores y largos, que manteniendo la base principal de la formación, cambiaban y pesaban como un remolque de lápidas. António también era el vocal, aunque solo se limitase a ejercer en algunos temas.


FOTOS BASALTO


Los guitarras de Rotten Rights
El postre y cierre fue para el grupo de thrash metal con algún toque de punk. Y es que los portugueses «Rotten Rights» salieron a darlo todo desde el minuto uno. Con una velocidad endiablada sus dos guitarras lanzaban acordes sin remordimiento a diestro y siniestro para acabar con todos nosotros, a destacar la bestia parda de Robert, quien llamó la atención de todos por su estilo y virtuosismo, así como por el hecho de no estar quieto y armar a todo el que se acercaba por allí. Su compañero no se quedaba corto y es que aunque Telmo fuera melódico tenía sus momentos y tiraba unos punteos agudos de lujo. El bajista del quinteto marcaba de lujo y creaba una buena base, además de tener sus momentos personales y el señor Carlos mostraba lo que sabía hacer. La voz corría a cargo de Adrien quien tenía el timbre perfecto para el estilo, fuerte y no muy grave, pero escupiendo las letras con potencia y odio. Para el final queda el batera Fabio, un músico enorme, en todos los sentidos ya que casi no entraba detrás de la batería, que destrozaba cada membrana a base de golpetazos que explotaban y creaban una onda expansiva sonora que daba el toque perfecto y necesario al grupo.


FOTOS ROTTEN RIGHTS


Fueron dos bandas tremendas que llevaban en sus hombros ser el último bolo del año de la Nave Bunker y lo hicieron de lujo, pero se merecían mucho más público asistente, pero por lo menos los que fuimos lo pasamos de puta madre.

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