El sábado 17 en Salamanca tres bandas del norte del país se dieron cita en la Nave Bunker. Bastante cercanas en estilo pero con matices propios que las diferenciaban entre ellas. Una noche de power metal para mover las melenas sin parar.
Taken |
Empezaron los de Pamplona, «Taken» subiendo un palé de músicos al escenario. Con 7 personas encima creo que han sido una de las bandas que más presencia ha tenido en la sala, si no es la que más es una de las que está en el top 3. Con un corte de power clásico y directo, con ese aire épico de guitarras agudas y altas aderezadas con teclados. Presentaron su primer disco de nombre homónimo y del que prepararon un buen set list. Los siete que estaban arriba salieron con ganas y tenían el trabajo de animar a toda la sala y allanar el terreno para sus compañeros. Empezaron con fuerza y energía, que no decayó en ningún momento, podría decirse que cada vez iba a más. David, la voz de la banda, no dejaba de interactuar con el público asistente y con una voz aguda en inglés nos guiaba por esos mundos de piratería y fantasía que creaban con sus letras. Una parte muy importante de la banda son las guitarras y las melodías que crean, en una conversación constante entre Gauss y Iosu, con punteos pegados al cuerpo de la seis cuerdas, largos y trabajados como marcan los cánones del estilo. Pero sin olvidar los riffs alegres en comparación con otros estilos. El bajo, Dani, estaba siempre presente y se podía diferenciar a la perfección, con algún momento puntual para él solo, crenado la base grave junto a Jon, que sentado atrás aporreaba y machaba el bombo dando caña a los platos para acabar de crear las melodías y darle ese aire de epicidad que tuvieron durante todo el bolo. Para acabar de cerrar cada tema contaban con dos teclados, uno a cada lado manejados por David y Diego, con acompañamientos muy cuidados y suaves, dejándose oír pero sin estar por encima del resto de la banda, con varios momentos suyos propios, como alguna intro y solos para enlazar varias partes de algunos temas.
Una buena banda y una gran ejemplo de power, que gustará a los amantes de este estilo.
FOTOS TAKEN
Emboque |
Los segundos fueron «Emboque», power trio de Cantabria, estos tres tipos salieron con la propuesta más rockera de la noche, mucha energía y optimismo en cada canción. Una gran musicalidad tomada de las formaciones de siempre, con las hemos crecido todos, de esas bandas de los 70 y 80. Pero con veinticuatro años a sus espaldas demostraron un gran saber hacer encima de las tablas. La voz y el bajo de Raúl tenían una gran presencia, en especial la voz, alta y clara, que conjugaban genial con la guitarra de Mario, quien hacia coros y se encargaba de los esos solos tan propios del rock, rápidos y concisos, jugando por todo el mástil, con frases muy buenas sin salirse de la repetición tan trabajada del estilo. Atrás y marcándonos como mover la cabeza estaba Carlos, con un sonido de batería muy acorde a la propuesta, caja y bombo con platillo y charles a muerte, con algún cambio de tempo para dar zapatilla cuando la canción lo requería.
FOTOS EMBOQUE
Vendaval |
Por último y como cierre los chicos de «Vendaval» venidos de Gijón salieron para rematar la noche con power heavy metal. Con una formación distinta a la habitual, ya que les falto el teclista. Un poco más oscuros que los primeros, pero con esa estela fantasiosa y épica tan propia de estos estilos. La voz de Txema, un poco más grave, pero sin problemas para llegar a las zonas más altas de cada tema, transmitía fuerza y ayudaba a que entrásemos en sus mundos. El bajo, con un sonido altísimo, se dejaba oír con líneas decentes y un buen de manos. Pero acompañado de las seis cuerdas las melodías ganaban enteros y aquí volvíamos a las conversaciones entre ambos músicos, intercambiando punteos entre riffs, de forma rápida y aguda, pero sin olvidar esa «dureza» de las guitarras del heavy, dejándose oír más pesadas. Atrás el batera ponía punto y final a cada tema con un golpeo decente y rítmico, golpeando tanto metal como membrana para crear un buen colchón en el que reposaban sus compañeros.
FOTOS VENDAVAL
Una noche más «luminosa» de lo normal para la sala, con un ambiente menos opresor y más festivo gracias al poder de estas bandas venidas del norte con ganas de dar caña y pasar, y hacernos pasar, un buen rato.
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