Hace un tiempo el sello «Satanath Records», de Rusia, se puso en contacto conmigo para que hiciera varias reseñas de algunos de sus discos. Fue algo que me sorprendió y que me alegró un montón, y tras estas semanas, escuchando y decidiendo cual sería el primero ya lo tengo claro.
Que mejor manera de empezar con un grupo de doom y con un sonido tremendo y pesado. Con canciones lentas que nos recordarán mucho a grandes bandas como «Black Sabbath» y «San Vitus». Y es que nada más abrir el primer tema de este disco de «Dirty Grave», se ve con claridad la influencias que tienen, y es que «Satan´s Wings» comienza con un riff de guitarra que ya nos hará mover la cabeza, pero pronto descubriremos la línea del bajo, que tendrá mucha importancia en todo el tema, ya que es la gran base en la que se asienta este power trio brasileño para presentarse. La batería seguirá una base continua, con algún cambio pero en este tema en particular la importancia se la llevan las cuerdas. La voz tendrá un cierto eco que le da ese toque oscuro al tema, y al disco. No hay que dejar de lado el punteo, que sin ser un algo grandioso y virtuoso encaja a la perfección. Al igual que el juego a dos voces y es que la temática de la letra, como se deja intuir en el titulo de la canción, pide ese juego diabólico.
Pero este redondo tiene 8 pistas, dejan muy clara la personalidad de la banda, con una cadencia perfecta y unos tempos lentos que harán las delicias de los amantes del doom más clásico y sin voces guturales. Y es que estos tres chicos; Mark (bajo y voz), Victor (guitarras) y Arthur (batería), puede que no hayan inventado nada, pero trabajan este estilo muy bien, de forma correcta y guiado hacia las sombras, ya que no solo el sonido tiene ese toque tenebroso, sus letras acompañan en todo momento.
Como punto de diferencia tenemos el corte siete «You Dead» siendo el más acelerado del disco, con guitarras que repiten frases hasta la saciedad y punteos afilados, acompañados de una batería simple pero muy funcional, con una caja que nos reventará la cabeza y un bajo que estará en las sombras pero rellenando cada hueco necesario.
Algo que también me ha gustado mucho es la duración de los temas, tenemos el último de ocho minutos y otros de seis y cuatro, pero no se hacen pesados gracias al juego musical que hacen, también aviso que hay que estar preparado para estos tiempos en esta banda, ya que se tocan su tiempo para llegar al final, y la voz, en especial en «The black cloud comes» tiene un toque derrotista genial, que los instrumentos se encargan de potenciar, y además este tema tiene un solo de batería, pero calmado y para disfrutar varias veces, con un juego de baquetas paseando por cada membrana y plato despacio, disfrutando de cada golpe mientras las cuerdas van sonando casi una a una, para mí uno de los mejores y un gran cierre de disco. Con melodías de viaje astral, como si fuéramos al infierno paseando con desgana, sabiendo que nos espera un final funesto, pero sin querer evitarlo y degustando cada paso con amor y cariño, el mismo con el que esta tocado este tema en particular.
No quiero dejar de señalar «Evil (is going on)» y lo mucho que me nos hará ver las influencias de las que hablaba antes, puede que los más puristas puedan nombrar a «Pentagram» pero a esa banda la tengo muy olvidada y no me atrevería a nombrarla sin estar seguro, pero tiene la paciencia de «Saint Vitus» para llevarnos hasta el final del tema y esos riffs tan personales de la banda de Ozzy, sobre todo al inicio, y acabando con un punteo magistral.
En definitiva una banda brasileña que no han inventado la rueda, pero que saben muy bien como hacerla rodar, y con una personalidad y carácter propios que gustará a todos los amantes del doom más clásico y que gusten de disfrutar de canciones lentas y largas.
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