Desde el sello «Worm Hole Death» me llegó el último redondo de la banda española «Perpetual Night». Death metal melódico y oscuro creado por un power trio granadino.
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¿Qué podemos encontrarnos en estos 8 cortes que conforma el disco? Pues además de ocho cañonazos de guitarras bestiales con riffs cortantes, voces guturales venidas desde el inframundo y un trabajo de graves y percusión para crear un ambiente, en cierto modo gótico, que nos llevará al placer de lo oscuro con cortes de una duración casi siempre mayor de cinco minutos, y eso ya sabéis que significa grandes momentos instrumentales, cambios, y algo que contar, tanto con las letras como con la música.
El disco abre con una canción homónima, con una intro lenta y melancólica, con un juego de guitarra y batería que va creciendo de forma paulatina, tanto en sonoridad como en potencia, para que entre la voz en un susurro y se transforme en cuestión de segundos en un alma atormentada y salvaje. A la mitad del tema tendremos un cambio a más rapidez y voces liricas que acompañarán para hacer un interludio que será dejado atrás con las frases de antes. Destacando aquí la batería en casi los ocho minutos que dura. El final vuelve a tener un cambio, mucho más oscuro que el otro, volviendo de forma paulatina a la tranquilidad de la intro, cerrando así el tema de forma perfecta y circular.
El segundo «The Wild», empezará con toda la banda a saco, sin voz, pero una vez que entre será de la forma propia del género, en eco y grave. Las guitarras de este tema son espectaculares, altas y con riffs bestiales, y un solo muy técnico y largo que nos conducirá hasta el final de esta canción.
«The Howling» repite el esquema, intro musical, con altibajos y cierta evocación triste pero aquí todo cambia al oír una voz suave femenina, como la de un fantasma buscando salvación, con ese fondo que ya nos tiene acostumbrados la banda, y para crear el contrapunto con las voz masculina grave y gutural. Creando esos momentos que erizan la piel cuando cantan juntos. La musicalidad es rápida y con todos los instrumentos siempre a tope de potencia, creando ese ambiente oscuro-emotivo que tan bien le queda al tema.
En el ecuador nos encontramos con «Nothing remains» y una de las intro más potentes del disco, a mi parecer, con unas guitarras crudas y una voz mucho más enfada. Personalmente creo que es uno de los mejores cortes, tanto a nivel de música, como de voz, y una letra de las que me atraen, pesadas y oscuras. Un punteo en el medio de la melodía nos dará paz durante unos segundos para volver mucho más fuerte, con un teclado que enriquece una barbaridad el tema. El ocaso es inmejorable, mucho más fuerte y potente si cabe. Lo he dicho y lo repito, para mí, de las mejores.
El power trio «Perpetual Night» |
«His Darkness », un tema más sosegado que el anterior, pero mucho más instrumental y musical, sin dejar de lado la potencia propia de la banda. Un tema con una buena batería y una voz rota que nos ayudará a entrar en la historia. Podría decirse que es ese tema de «descanso», para disfrutar del virtuosismo de los tres componentes.
La sexta pista, «Raindrops», es de lejos la más tranquila y evocadora de todas, suavidad en todos los instrumentos, momentos gordos y otros de calma. Así hasta la mitad donde la fuerza se hará imperante con una melodía muy sencilla pero funcional, un punteo metalero agudo acompañado del resto, para llevarnos a un final que no nos esperamos, mucho más oscuro que el inicio, tanto en música como en voz y cerrar con suavidad, como el descenso de un ataúd blanco al fondo de la tierra.
El penúltimo tema repite esquemas ya vistos en el disco, eso no quiere decir que no merezca la pena oírlo, una pieza en la que destaca el ambiente que genera, debido en parte a las voces que hay de fondo de forma constante, dándole un aire épico único y una guitarra final muy fina y trabajada, pero este «Unpronunced words» nos ayudará a prepáranos para el cierre de ese viaje.
El final del disco empieza con calma, una tranquilidad que es rota sin miramientos por la voz y una melodía especialmente triste, con ese punteo de la seis cuerdas en el que parece llorar sangre en cada rasgueo, para ser una vez más golpeada por la voz rabiosa que nos ayuda a recordar que la oscuridad lo gobierna todo. El cambio de la mitad del tema es increíble, subiendo el nivel una burrada y casi presentado una canción nueva dentro de esta «Absence of Reality». Con un cierre de voz femenina es también uno de esos temas que no se olvidan y hace que el viaje que nos proponen Raúl, César y Carlos merezca la pena.
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