7/3/17

Concierto «Absalem» + «The Roots of Tanuki» + «Hate in Veins»


El sábado cuatro de marzo la gente de la Nave Bunker de Salamanca nos prepararon un concierto con un trío de grupos increíbles. Tres estilos distintos entre ellos pero unidos por la caña y el buen hacer.

 
Absalem

Los primeros en salir a destrozar nuestros cuellos fueron los salmantinos «Absalem», grupo que daba su primer concierto. Con el metalcore por bandera y durante casi una hora demostraron lo que saben hacer encima de un escenario. Muchos ya sabéis lo que pienso de este género y su dualidad bipolar en las voces, pero estos chicos dieron tralla de la buena. El quinteto dio pocos segundos de respiro entre tema y tema, salvo dos momentos puntuales de cambio de cuerdas. Pero sus canciones salían directas a atacarnos y destruirnos. Desde atrás, y sentado, Víctor golpeaba sin miramientos con sus baquetas creando la brutal base que serviría para que los compañeros de cuerdas encajaran sus riffs, con soltura cambiaba a tiempos más lentos para enlazar con agresividad en las partes más fuertes de cada tema. A la percusión le iban de lujo las líneas graves del bajo de Oliver, quien además entró hace relativamente poco a la formación, sus cuatro cuerdas restallaban bajo la digitación que realizaba tanto en mástil como en el cuerpo, en sus frases cambiaba de traste vertiginosamente y en las partes en las que rompían el sonido se notaba su entrada, abriendo hueco para las dos seis cuerdas. Aquí el trabajo de riffs y punteos destacaba por lo cuadrado que estaba todo. Había momentos de espejo en los que Miguel y Álvaro parecían una sola persona, pero lo bonitos y lo que era una pasada eran los despuntes de solos y en esos momentos más melódicos en los que se compenetraban a la perfección para crear armonías que se abrazaban y encajaban como dos piezas de puzle pensadas y creadas solo para ese momento. Si tengo que decir que eché en falta algún breakdown brutal y pesadote, pero esa sería mi única queja. Para el final queda la voz de Gin, la encargada de guiarnos por la propuesta general de la banda, con partes liricas que eran devoradas sin piedad por unos guturales salvajes y potentes para crear, como dije antes, esa dualidad vocal de este estilo. En conjunto un grupo que puede que sonara un poco alto, pero que mostro en este primer bolo toda su fuerza y de los que son capaces de hacer y lo que es mejor, mostrar que tienen mucho camino que andar y que en cada paso irán hacia arribas con fuerza.

FOTOS ABSALEM


The Roots of Tanuki

De segundo plato los charros «The Roots of Tanuki» grupo del que ya he hablado varias veces en el blog y poco más tengo que añadir a todo lo dicho antes. Como mucho puntualizar su gran mejoría, ya que en cada concierto van marcando su personalidad y su nueva bajista, Marina, ha entrado a tope y encaja a la perfección con su particular sonido de bajo. Andy sigue aplastando con sus riffs de una tonelada y Jimbo demostrando que su fuerza a la batería es enorme, con los cambios de tempos medidísimos y muy bien jugados. A la voz Robert sigue con sus voces rotas y gritonas, para dejar claro la rabia que sale de toda la banda.

FOTOS THE ROOTS OF TANUKI 3



Hate in Veins

Para acabar la noche, los únicos que vinieron de fuera, los asturianos «Hate in Veins». Con una propuesta más hardcoreta que las otras bandas salieron al escenario a por todas. Sin tiempo de descanso lanzaban canciones como quien lanza puñetazos en una pelea a vida o muerte. Cada corte era un golpe a nuestro cuerpo que no nos dejaba estar quietos, que nos obligaba a movernos. Los cincos del norte no pararon quietos en ningún momento, mostrando que se le estaban pasando como enanos encima de las tablas y transmitiendo esa energía a los que estábamos abajo. Empezaré por el vocal Héctor, con la voz correcta para el estilo, ronca, alta y gritona, las letras salían disparadas desde el fondo de su garganta empapadas en odio para que el mensaje de cada canción quedase claro. Edu al bajo entre pisotón y pisotón al suelo rasgaba con su púa las enormes cuerdas para crear esa base rítmica necesaria para las guitarras, a destacar varios momentos que tuvo de protagonismo con líneas propias y las roturas de ritmo eran una losa que caía encima nuestro desde más allá del cielo. Los de los extremos se encargaban de las cuerdas más agudas, con punteos veloces y melodías estructuradas en su particular juego de cambio de voces, Sergio y Adrián cambian de melódico a solista en cuestión de segundos, con algún riff machacón para ayudarnos a entrar en su música. El de atrás golpeaba fuerte y seco, las baquetas de David caían pesadas sobre las membranas y los platos al igual que lo hizo el Nazareno bajo su cruz de madera, ritmos salvajes y sin descanso con un bombo que aturdía y nos desorientaba para que las cajas y las bases nos movieran hasta la extenuación.


FOTOS HATE IN VEINS



En definitiva una noche bestial con bandas que hicieron que el Bunker estuviera más movido que de costumbre, con un público entregadísimo a todo lo que tocaban.


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