Título: ¡Corre!
Editorial: Baile del Sol Ediciones
Año: 2017
Género: Novela de aventuras, humor, policíaco
Autor: Santiago Carabias
Ilustraciones: No
Páginas:176
Precio: 10€
Conseguido: Ejemplar enviado por el autor para su reseña.
PRESENTACIÓN:
Nos encontramos ante la segunda novela de este autor de Segovia. Una historia muy sencilla de leer, que nos hará pasar muy buenos ratos y que nos narra las peripecias de tres «genios» por el entorno natural de la provincia. Para los que somos de pueblo será un maravilla y más cuando hemos vivido, aunque no en nuestras carnes pero si de forma cercana, algo parecido y en el mismo tono de humor.
OPINIÓN:
Lo primero decir que la novela tiene dos partes muy diferenciadas, todo empieza con el asesinato de un concejal que a su vez atropella al perro, Col, del protagonista y este estalla en rabia reventando la cabeza del político contra el capó del coche. Veremos como Fernando se obliga a salir corriendo al monte a vivir como un fugitivo, pero sin tener ni idea de como se hace eso. Pues en esta primera parte se nos hablará de las mil y unas peripecias que vivirá Fernando y entre capítulos tendremos un texto que nos contará de forma fragmentada como paso el accidente. En esta mitad se nos presentará a los sabuesos que persiguen a nuestro protagonista, dos guardia civiles de pueblo, el Sargento Juan y su subordinado Alfonso, de Cadiz. Es importante no olvidar que la obra transcurre en Castilla y León y eso queda muy bien reflejado en el comportamiento de los personajes, pocos, que salen a lo largo de la historia. Los dos que visten el verde por la patria son el claro ejemplo de ese gente, que sin pasión por su trabajo, o ya perdida, quieren hacer algo grande para demostrar que aprobar una oposición sirve para algo. Y la verdad es que el hastío y la apatía que sienten ambos queda reflejada en cada momento que salen, desde problemas con el alcohol, el gusto por las meretrices y demás tópicos sobre la Guardia Civil más arcaica y rancia están aquí, pero con mucho respeto no se me ofenda nadie. Pues como decía, aquí se nos presentará todo lo ocurrido y la investigación que llevan a cabo, ya que van a ciegas, sin saber quien ha podido causar la muerte de un político propio de la zona, de esos que no caen bien y que son más chanchulleros que trabajadores. Mientras la uniformados dan palos de ciego en todas direcciones, veremos como a Fernando le asaltan mil dudas de como seguir adelante, de como seguir viviendo allí, de que hacer para comer día a día y de como llevar una higiene diaria normal, en mitad de la sierra. La segunda parte de la novela, se verá a nivel de estética de la novela incluso ya que no tendremos capítulos, ni esos cortes en cursiva que nos narran como murió el galgo, y la historia irá directa y sin cortes, salvo los párrafos que separan las vivencias de cada personaje, para que el lector sepa, a quien está siguiendo en cada momento, esto es muy de agradecer, ya que ayuda a centrar bien la lectura y a saber en cada momento donde estamos. Aquí los oficiales habrán descubierto al asesino, el nombre, pero no el aspecto físico y en un alarde de iniciativa, los dos subirán al monte a buscarle, sin saber por donde empezar y sin saber seguir las pistas que el propio fugitivo va dejando sin darse cuenta. Esta parte de la novela tiene momentos de introspección de cada personaje, ya que este trío destacará por una cosa que los une a todos, la desazón existencial. Cada uno con sus problemas, ya sea por el odio que empieza sentir por el borracho e inútil de su sargento, ya sea por lo pretencioso de un gaditano que se cree mejor agente, o ya sea por la soledad más abrumadora jamás sentida y la enorme pérdida del único ser querido que se tenía, un galgo asustadizo que tan solo quería correr en libertad. Se darán secuencias tremendas en los refugios y es una maravilla ver como los personajes se van hundiendo en su miseria poco a poco, despacio y sin forzar las cosas, dando un toque de realismo a toda la obra.
El final, sin que os lo cuente, será ese cierre de oro que necesita este libro, aquí los agentes ya estarán muy alejados uno del otro, hasta el extremo del odio visceral, Fernando solo podrá contar con una familia traidora que poco se preocupa de su situación si no es para sacar tajada, no olvidemos que estamos en Castilla y León y el carácter «asquerosillo» lo llevamos de serie en algunas cosas. Y ante semejante panorama tan solo queda hacer una cosa; «¡Correr!».
Si esta es la historia ahora os hablaré un poco del estilo del autor, primero decir a Santiago (espero que no se moleste por esto) lo conocí por el mundo musical en su grupo «La Belcho Band» y el carácter jocoso de sus letras y su particular puesta en escena era cojonuda y creo que eso afecta al libro en sí. La forma de escribir es clara, directa y sin adornos innecesarios, salvo cuando a alguno de los protas se le va la pinza, cosa que ocurre a menudo y les deja divagar en pensamientos enredados y sin sentido ninguno. Entonces si veremos un buen juego con el lenguaje, con giros de argumentos, dentro del pensamiento, y cierres extraños, pero es lo que hacemos todos al dejar nuestra mente libre. Otra cosa que sale a flote son las novelas clásicas de aventuras y como el protagonista las vas destrozando, escondiendo así las ideas del autor, comparándose por ejemplo con el archiconocido Señor Crusoe y su facilidad para sobrevivir o como el Señor Hanks, de ser un urbanita pasa a ser un genio de la vida en situaciones adversas, en la famosa película del balón.
Nos encontraremos además con un humor latente en toda la obra, pero en ocasiones rozará ese humor negro y ácido que nos hará sonreír porque no somos nosotros los que estamos perdidos en el monte, sin saber que hacer o como que frutas comer y evitar la descomposición.
Lo mejor de la novela es su facilidad de lectura y rapidez, al ir casi siempre al grano nos dejará en vilo tras cada pagina, en ocasiones por ver hasta que donde toca fondo la triada que nos guía en la historia, y otra por ver que ocurre, si se ven, se encuentran o se reconocen en el monte, aun teniéndose delante o habiéndose cruzado con la misma gente. Dando lugar a situaciones en las que el lector tendrá el corazón partido, entre Fer y los agentes, ya que no sabremos si callarnos para proteger al, lamentable, asesino o ayudar a la autoridad diciéndoles que la persona de la que están hablando es a quien buscan en realidad.
Lo primero decir que la novela tiene dos partes muy diferenciadas, todo empieza con el asesinato de un concejal que a su vez atropella al perro, Col, del protagonista y este estalla en rabia reventando la cabeza del político contra el capó del coche. Veremos como Fernando se obliga a salir corriendo al monte a vivir como un fugitivo, pero sin tener ni idea de como se hace eso. Pues en esta primera parte se nos hablará de las mil y unas peripecias que vivirá Fernando y entre capítulos tendremos un texto que nos contará de forma fragmentada como paso el accidente. En esta mitad se nos presentará a los sabuesos que persiguen a nuestro protagonista, dos guardia civiles de pueblo, el Sargento Juan y su subordinado Alfonso, de Cadiz. Es importante no olvidar que la obra transcurre en Castilla y León y eso queda muy bien reflejado en el comportamiento de los personajes, pocos, que salen a lo largo de la historia. Los dos que visten el verde por la patria son el claro ejemplo de ese gente, que sin pasión por su trabajo, o ya perdida, quieren hacer algo grande para demostrar que aprobar una oposición sirve para algo. Y la verdad es que el hastío y la apatía que sienten ambos queda reflejada en cada momento que salen, desde problemas con el alcohol, el gusto por las meretrices y demás tópicos sobre la Guardia Civil más arcaica y rancia están aquí, pero con mucho respeto no se me ofenda nadie. Pues como decía, aquí se nos presentará todo lo ocurrido y la investigación que llevan a cabo, ya que van a ciegas, sin saber quien ha podido causar la muerte de un político propio de la zona, de esos que no caen bien y que son más chanchulleros que trabajadores. Mientras la uniformados dan palos de ciego en todas direcciones, veremos como a Fernando le asaltan mil dudas de como seguir adelante, de como seguir viviendo allí, de que hacer para comer día a día y de como llevar una higiene diaria normal, en mitad de la sierra. La segunda parte de la novela, se verá a nivel de estética de la novela incluso ya que no tendremos capítulos, ni esos cortes en cursiva que nos narran como murió el galgo, y la historia irá directa y sin cortes, salvo los párrafos que separan las vivencias de cada personaje, para que el lector sepa, a quien está siguiendo en cada momento, esto es muy de agradecer, ya que ayuda a centrar bien la lectura y a saber en cada momento donde estamos. Aquí los oficiales habrán descubierto al asesino, el nombre, pero no el aspecto físico y en un alarde de iniciativa, los dos subirán al monte a buscarle, sin saber por donde empezar y sin saber seguir las pistas que el propio fugitivo va dejando sin darse cuenta. Esta parte de la novela tiene momentos de introspección de cada personaje, ya que este trío destacará por una cosa que los une a todos, la desazón existencial. Cada uno con sus problemas, ya sea por el odio que empieza sentir por el borracho e inútil de su sargento, ya sea por lo pretencioso de un gaditano que se cree mejor agente, o ya sea por la soledad más abrumadora jamás sentida y la enorme pérdida del único ser querido que se tenía, un galgo asustadizo que tan solo quería correr en libertad. Se darán secuencias tremendas en los refugios y es una maravilla ver como los personajes se van hundiendo en su miseria poco a poco, despacio y sin forzar las cosas, dando un toque de realismo a toda la obra.
El final, sin que os lo cuente, será ese cierre de oro que necesita este libro, aquí los agentes ya estarán muy alejados uno del otro, hasta el extremo del odio visceral, Fernando solo podrá contar con una familia traidora que poco se preocupa de su situación si no es para sacar tajada, no olvidemos que estamos en Castilla y León y el carácter «asquerosillo» lo llevamos de serie en algunas cosas. Y ante semejante panorama tan solo queda hacer una cosa; «¡Correr!».
Si esta es la historia ahora os hablaré un poco del estilo del autor, primero decir a Santiago (espero que no se moleste por esto) lo conocí por el mundo musical en su grupo «La Belcho Band» y el carácter jocoso de sus letras y su particular puesta en escena era cojonuda y creo que eso afecta al libro en sí. La forma de escribir es clara, directa y sin adornos innecesarios, salvo cuando a alguno de los protas se le va la pinza, cosa que ocurre a menudo y les deja divagar en pensamientos enredados y sin sentido ninguno. Entonces si veremos un buen juego con el lenguaje, con giros de argumentos, dentro del pensamiento, y cierres extraños, pero es lo que hacemos todos al dejar nuestra mente libre. Otra cosa que sale a flote son las novelas clásicas de aventuras y como el protagonista las vas destrozando, escondiendo así las ideas del autor, comparándose por ejemplo con el archiconocido Señor Crusoe y su facilidad para sobrevivir o como el Señor Hanks, de ser un urbanita pasa a ser un genio de la vida en situaciones adversas, en la famosa película del balón.
Nos encontraremos además con un humor latente en toda la obra, pero en ocasiones rozará ese humor negro y ácido que nos hará sonreír porque no somos nosotros los que estamos perdidos en el monte, sin saber que hacer o como que frutas comer y evitar la descomposición.
Lo mejor de la novela es su facilidad de lectura y rapidez, al ir casi siempre al grano nos dejará en vilo tras cada pagina, en ocasiones por ver hasta que donde toca fondo la triada que nos guía en la historia, y otra por ver que ocurre, si se ven, se encuentran o se reconocen en el monte, aun teniéndose delante o habiéndose cruzado con la misma gente. Dando lugar a situaciones en las que el lector tendrá el corazón partido, entre Fer y los agentes, ya que no sabremos si callarnos para proteger al, lamentable, asesino o ayudar a la autoridad diciéndoles que la persona de la que están hablando es a quien buscan en realidad.
CONCLUSIÓN:
Una buena novela para pasar un buen rato, no creo que lleve más de una semana leerla, y en especial a los que les guste los parajes naturales y el senderismo, yo ahora mismo tengo en mente hacer la ruta de este peculiar fugitivo para ver de primera mano por donde ocurrió todo. También es muy recomendable para los que les guste los thrillers y el genero policíaco, pero ese que hacia Leslie Nielsen, que se tomaba muy en serio la sátira de lo serio y lo ridículo de la heroicidad de la gente de esas películas y novelas. Si buscáis algo ligero, pero con un peso emocional encubierto, no busquéis más.
Una buena novela para pasar un buen rato, no creo que lleve más de una semana leerla, y en especial a los que les guste los parajes naturales y el senderismo, yo ahora mismo tengo en mente hacer la ruta de este peculiar fugitivo para ver de primera mano por donde ocurrió todo. También es muy recomendable para los que les guste los thrillers y el genero policíaco, pero ese que hacia Leslie Nielsen, que se tomaba muy en serio la sátira de lo serio y lo ridículo de la heroicidad de la gente de esas películas y novelas. Si buscáis algo ligero, pero con un peso emocional encubierto, no busquéis más.
ENTREVISTA A SANTIAGO CARABIAS
1- ¿Cómo surge la idea de «¡Corre!»?
La verdad es que no me acuerdo de cómo se me ocurrió, pero me apetecía contar una historia de un fugitivo en los Montes de Valsaín. Lo único que tenía claro era el principio; el hecho que le obliga a huir, su supervivencia en el monte y la persecución. El final lo cambié completamente en una de las correcciones. El otro día me dijo un amigo que el libro termina cuando me canso de escribir. No sé si eso quiere decir que es un final abierto, o si me estaba llamando vago. Supongo que lo segundo.
2- Los escenarios que nos presentan parecen todos reales, ¿lo son también los personajes? Aunque tenga los nombres cambiados claro…
Los escenarios son todos reales. Están en la sierra de Guadarrama, en la vertiente segoviana. Los personajes… ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué si son qué? Supongo que el personaje más real es el protagonista, que por supuesto tiene muchas cosas mías: las malas. Egoísta, cobarde, inseguro, egocéntrico, vanidoso… Sí, amigos, así soy yo.
3- Algo que llama la atención son las alusiones a otras obras literarias, ¿a qué se debe?
Según lo iba escribiendo, iba comparando cómo se las arregla el protagonista huido, con las habilidades de otros supervivientes de libros de aventura. Fernando, que así se llama, va aprendiendo, pero muy poco. También es verdad que la acción se desarrolla en pocos días. No sé si todos podríamos sobrevivir en la naturaleza, o si es una capacidad que tuvimos como humanos pero que hemos perdido. Yo la he perdido fijo. Me dejan a mí en el campo solo y no duro ni diez minutos. Me come una vaca o algo.
4- ¿Qué planes para el futuro tienes?
Seguir siendo una estrella del rock and roll y publicar un libro de vez en cuando. Ahora mismo estoy esperando la liquidación de los derechos de autor de ¡Corre! y bueno, no sé si ir mirando yates o colchonetas hinchables. Me compraré algo caro porque no creo que tarden en llamarme para hacer una serie o una película. Supongo que querrán que yo sea el protagonista, también, y, claro, lo tendré que hacer… dejar el curro, ir a fiestas, entrar y salir de centros de rehabilitación y todo eso. Así, a grandes rasgos, esos son mis planes. Soy un tío muy normal.
BIOGRAFÍA Y REDES
En 2008 publicó Crimen en el barrio, en 2012, Colón nunca lo hizo (editorial Talentura) y en 2017, ¡Corre! (Baile del Sol).
Gracias Miguel!!!!
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